Fuentes clásicas de imprenta: una información

Las fuentes clásicas de imprenta, con sus serifas, ejes y contrastes únicos, representan un pilar fundamental en la historia de la tipografía. Se caracterizan por sus serifas triangulares, ejes oblícuos y un contraste de grosor de trazo generalmente bajo a medio. Esta categoría se divide principalmente en tres subgrupos: Humanistas, Antiguas y de Transición. Cada una con sus propias peculiaridades y evolución histórica.

Humanistas (Humanist) o Venecianas

Las fuentes Humanistas, también conocidas como Humanísticas o Venecianas (por su origen en Venecia), surgieron en el siglo XV. Inspiradas en los manuscritos renacentistas, estas fuentes clásicas se oponían a la escritura gótica medieval. Se distinguen por sus palos delgados y cortos, y sus serifas marcadas, imitando la escritura minúscula carolingia, impulsada por Carlo Magno. Su elegancia y legibilidad las han mantenido vigentes hasta nuestros días.

Características de las fuentes Humanistas:

• Contraste pobre y gradual entre trazos gruesos y finos.
• Ascendentes oblicuos y trazos terminales en minúsculas.
• Altura de mayúsculas similar a las ascendentes.
• Trazos terminales gruesos e inclinados.
• Amplio espaciado entre letras.
• Peso y color intenso en su apariencia general.

Ejemplos de Fuentes Humanistas: Centaur, TC Berkeley Old Style, Stempel Schneidler, Kennerley Cloister, ITC Golden Type, Erasmus, Jenson.

Antiguas (Garalde)

Las fuentes antiguas, conocidas también como “Old Face” o “Garalde” (en honor a Claude Garamond y Aldus Manutius), dominaron el panorama tipográfico desde el siglo XV hasta finales del XVII. Representan un período de evolución y refinamiento, con una clara línea temporal que comienza en Italia y se extiende por Europa. Su legibilidad las convirtió, y las mantiene, en las más populares para texto continuo.

Se pueden clasificar según su origen geográfico: Italianas, Francesas, Holandesas e Inglesas. Cada una aporta su propia personalidad y detalles distintivos, aunque comparten rasgos comunes.

Características de las Fuentes Antiguas:

• Modulación oblicua.
• Contraste medio entre trazos gruesos y finos.
• Ascendente oblicua y trazos terminales en minúsculas.
• Peso y color medio en su apariencia general.
• Trazos terminales más ligeros que en las Humanísticas.
• Filete horizontal en la “e” minúscula.
• Mayúsculas más cortas que las ascendentes de las minúsculas.

Ejemplos de Fuentes Antiguas: Bembo, Caslon, Ehrhardt, Garamond, Goudy Old Style, Palatino, Perpetua, Times New Roman.

De Transición (Transitional)

Las fuentes de transición marcan un puente entre las Antiguas y las Modernas. Su origen se remonta a 1692, con la creación del Romain du Roi por Philippe Grandjean para la Imprimerie Royale de Francia. Este tipo, basado en una cuadrícula, introdujo innovaciones como trazos terminales planos, menor anchura y mayor contraste entre trazos. Estas características, junto con el sistema de medición por puntos desarrollado por Pierre Fournier y Firmin Didot, contribuyeron a la estandarización de la tipografía.

Características de las Fuentes de Transición:

• Modulación vertical o casi vertical.
• Contraste medio-alto entre trazos gruesos y finos.
• Trazos terminales ascendentes ligeramente oblicuos o horizontales en minúsculas.
• Trazos terminales generalmente angulosos y encuadrados.

Ejemplos de Fuentes de Transición: Baskerville, Century Schoolbook, Cheltenham, Cochin, Corona, Melior, Meridien, Olympian, ITC Stone Serif.

Tabla Comparativa de Fuentes Clásicas

La elección de una fuente clásica de imprenta depende del contexto y el efecto deseado. Las Humanistas ofrecen una elegancia sutil, las Antiguas una legibilidad excepcional y las de Transición una combinación de ambas, con un toque de modernidad. El estudio de estas fuentes nos permite apreciar la rica historia y evolución de la tipografía, y su impacto duradero en el diseño y la comunicación visual.

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