29/12/2018
La transmisión en vivo se ha convertido en una forma popular de compartir experiencias, jugar videojuegos con la audiencia o simplemente conectar con otros. Muchas personas piensan que una tarjeta gráfica (GPU) es indispensable para realizar streaming, pero esto no es del todo cierto. Si bien una GPU dedicada mejora significativamente la calidad y el rendimiento, es posible transmitir en vivo sin ella. En esta tutorial, exploraremos cómo hacerlo, los desafíos que implica y cómo optimizar la experiencia para obtener los mejores resultados.

¿Es realmente necesaria una tarjeta gráfica para streaming?
La respuesta corta es: no, no es estrictamente necesaria. Una tarjeta gráfica dedicada, especialmente una de gama alta, ofrece un rendimiento superior en la codificación de video, lo que resulta en una transmisión más fluida y de mayor calidad. Sin embargo, las CPU modernas son lo suficientemente potentes como para manejar la codificación, aunque con algunas limitaciones.
Ventajas de usar una GPU para streaming:
- Mayor rendimiento: Las GPUs están diseñadas para procesar gráficos, lo que las hace ideales para la codificación de video en tiempo real. Esto resulta en una transmisión de mayor calidad con menos latencia.
- Menos carga en la CPU: Liberar a la CPU de la tarea de codificación permite que se enfoque en otros procesos, lo que puede mejorar el rendimiento del juego o la aplicación que se está transmitiendo.
- Codificación de mayor calidad: Las GPUs permiten utilizar códecs de video más avanzados, lo que resulta en una mejor calidad de imagen y una mayor eficiencia de codificación.
- Mayor FPS: Al reducir la carga de la CPU, se pueden alcanzar mayores FPS en los juegos, lo que se traduce en una experiencia de juego más fluida y una transmisión más atractiva.
Desventajas de NO usar una GPU para streaming:
- Mayor carga en la CPU: La CPU tendrá que realizar todo el trabajo de codificación, lo que puede afectar el rendimiento general del sistema, especialmente en juegos exigentes.
- Mayor latencia: La codificación puede tardar más, lo que puede resultar en una mayor latencia en la transmisión.
- Posible disminución de la calidad de la transmisión: La calidad de la transmisión puede verse afectada si la CPU no puede manejar la carga de codificación.
- Limitaciones en la resolución y FPS: Es posible que tengas que reducir la resolución y los FPS para asegurar una transmisión estable.
Cómo transmitir en vivo sin tarjeta gráfica
Si decides transmitir sin una GPU, necesitarás optimizar tu configuración para compensar la falta de potencia de procesamiento gráfico dedicado. Aquí te mostramos cómo:
Elige el software de streaming adecuado:
Algunos programas de streaming son más eficientes que otros en cuanto al uso de la CPU. Investiga y elige un software que sea conocido por su bajo consumo de recursos. Algunos ejemplos son:
- OBS Studio (Open Broadcaster Software): Un software gratuito y de código abierto muy popular, altamente configurable y eficiente.
- XSplit Broadcaster: Un software con una interfaz más intuitiva, pero requiere una licencia paga.
Optimiza la configuración del software de streaming:
Dentro del software de streaming, hay varias opciones que puedes ajustar para reducir la carga de la CPU:
- Resolución: Reduce la resolución de la transmisión. Una resolución más baja requiere menos procesamiento.
- FPS (Frames por segundo): Disminuye el número de FPS. Un menor número de FPS significa menos cuadros que procesar.
- Bitrate: El bitrate determina la calidad de la transmisión. Un bitrate más bajo resulta en una menor calidad pero requiere menos ancho de banda y procesamiento.
- Códec: Experimenta con diferentes códecs de video. Algunos son más eficientes que otros en cuanto al uso de la CPU. Prueba con x264 (software) o x265 (software, generalmente más eficiente, pero más exigente).
- Previsualización: Desactiva la previsualización si es posible. Esto reduce la carga de la CPU.
Cierra aplicaciones en segundo plano:
Antes de comenzar la transmisión, cierra todas las aplicaciones que no estés utilizando. Esto liberará recursos del sistema y permitirá que la CPU se enfoque en la codificación de video.
Configuraciones de Windows:
Ajusta la configuración de energía de Windows para priorizar el rendimiento. Puedes hacerlo en el Panel de control de Windows.
Mejora tu procesador (CPU):
Si la transmisión sigue siendo inestable incluso después de optimizar la configuración, es posible que necesites un procesador más potente. Una CPU de mayor frecuencia y con más núcleos te ayudará a mejorar el rendimiento.
Tabla comparativa: Streaming con y sin GPU
Característica | Con GPU | Sin GPU |
---|---|---|
Rendimiento | Excelente | Bueno (dependiendo de la CPU y la optimización) |
Calidad de video | Alta | Media a Alta (dependiendo de la CPU y la optimización) |
Latencia | Baja | Media a Alta (dependiendo de la CPU y la optimización) |
Uso de la CPU | Bajo | Alto |
FPS | Alto | Medio a Alto (dependiendo de la CPU y la optimización) |
Requisitos del sistema | Alto | Medio a Alto (dependiendo de la CPU y la optimización) |
Consultas habituales sobre streaming sin tarjeta gráfica
- ¿Puedo hacer streaming de juegos AAA sin GPU? Es posible, pero probablemente tendrás que reducir significativamente la resolución, los FPS y el bitrate. La experiencia puede ser menos fluida.
- ¿Qué tan potente debe ser mi CPU para streaming sin GPU? Idealmente, una CPU con al menos 6 núcleos y una alta frecuencia de reloj. Recuerda que el rendimiento también depende del juego que estés transmitiendo y de la configuración de streaming.
- ¿Qué alternativas existen a una GPU para mejorar el streaming? Considera mejorar tu CPU, o usar servicios de streaming en la nube que ofrecen codificación en sus servidores.
Recuerda que transmitir sin una GPU puede ser una solución viable para algunos usuarios, pero requiere una cuidadosa optimización. Si la calidad de la transmisión es fundamental, una GPU dedicada siempre será la mejor opción.