08/12/2018
Antes de la invención de la imprenta, la reproducción de manuscritos era un proceso laborioso y lento, realizado completamente a mano. Imaginemos la presión sobre los escribas: ¡un solo escriba moderno tardó cuatro años en copiar la Biblia a mano, escribiendo hasta 14 horas diarias! Este proceso nos permite entender la importancia y la escasez de las copias bíblicas antes de la era de la impresión masiva.

Materiales de escritura: Una comparación
Los escribas bíblicos utilizaron principalmente dos superficies de escritura: fibras vegetales y pieles de animales. Analicemos cada una de ellas con detalle, incluyendo otras opciones menos comunes:
Papiro: El material más común
El papiro, un papel hecho de juncos, era el material de escritura más común en la época bíblica. Crecía en los lagos y ríos poco profundos de Egipto y Siria. Se cree que la palabra griega para libro, " biblos", proviene del nombre del puerto sirio de Biblos, desde donde se distribuían grandes cantidades de papiro. La palabra "papel" en español también deriva del término griego para papiro, " papyros".
Su fabricación consistía en cortar longitudinalmente los tallos de los juncos en finas tiras, golpearlas y prensarlas en dos capas formando un ángulo recto. Las capas se humedecían, prensaban y alisaban, aprovechando la adhesividad natural de los juncos. Los bordes irregulares se recortaban y la hoja se cortaba al tamaño deseado. Una vez seca, la superficie se pulimentada. Las fibras de la planta ayudaban a que las líneas de escritura fueran rectas.
Las tintas se elaboraban típicamente con carbón vegetal, goma y agua. En el siglo III a. C., se crearon tintas superiores a partir de agallas de roble, que producían un color negro intenso y permanente ( tintas ferrogálicas ). Las plumas se fabricaban con juncos y plumas de ave.
Pergamino y vitela: Alternativas de mayor durabilidad
El pergamino y la vitela, hechos de pieles de animales (ovejas, cabras, corderos, terneros, etc.), eran más accesibles en Palestina. El pergamino se obtenía raspando las pieles con piedra pómez para lograr una superficie lisa. La vitela, de mayor calidad, a menudo se teñía de púrpura y se escribía con tinta dorada o plateada. Se han encontrado tanto rollos como códices (libros encuadernados) hechos con estos materiales.
Los rollos se creaban pegando o cosiendo las hojas de papiro o pergamino con tendones de ternera. Aunque el rollo promedio tenía menos de 12 metros, los rollos grandes eran difíciles de manejar. La creación de los códices facilitó la manipulación y difusión de las escrituras.
Ostracas: Una opción económica
Las ostracas, fragmentos de cerámica sin esmaltar, son los materiales más abundantes encontrados en excavaciones arqueológicas. Eran una alternativa barata al papiro y al pergamino. Se han descubierto numerosas ostracas de época bíblica en Israel y Jordania, con información histórica que complementa la Biblia (ej: ostracas de Samaria, Arad y Lachish).
Muchas ostracas se escribían con tinta, mientras que otras se grababan con instrumentos afilados. Su pequeño tamaño las hacía fáciles de transportar, registrando aspectos de la vida cotidiana: impuestos, cartas, notas, recibos, etc.
Otros materiales menos comunes
Además de los materiales mencionados, se han encontrado inscripciones bíblicas en otros materiales, aunque de forma menos frecuente: tablillas de arcilla, piedras inscritas con estilete de hierro y tablillas de cera sobre madera.
El desafío para los estudiosos modernos
La dificultad para encontrar copias manuscritas de las Escrituras radica en la naturaleza perecedera de los materiales utilizados. El papiro no se conservaba bien, excepto en zonas áridas como Egipto o en cuevas (como las cuevas de Qumrán, donde se encontraron los Rollos del Mar Muerto ).
El papiro era mucho menos duradero que el pergamino y la vitela, razón por la cual la mayoría de las escrituras antiguas escritas en papiro solo existen en fragmentos. El manejo de estos artefactos delicados es extremadamente difícil. Afortunadamente, los avances tecnológicos permiten "desenrollar digitalmente" rollos antiguos demasiado frágiles o dañados para ser manipulados.
Una tecnología como la Cartografía de Volumen ha permitido leer rollos carbonizados, revelando información valiosa. Por ejemplo, se pudo leer el rollo de En-Gedi, que contiene los dos primeros capítulos del Levítico, posiblemente la copia más antigua de un libro del Pentateuco.
Se han descubierto fragmentos de casi todos los libros del canon hebreo (Antiguo Testamento), excepto Ester. Estos rollos son invaluables, siendo el grupo más antiguo de manuscritos del Antiguo Testamento jamás descubierto. Colecciones importantes se encuentran en la Biblioteca Vaticana, la Bibliothèque nationale de France, la Biblioteca Estatal Rusa, la Biblioteca Nacional de Jerusalén y la Biblioteca Británica.
La transmisión del texto bíblico
El descubrimiento de nuevos manuscritos antiguos valida las Escrituras de nuestra Biblia moderna. La prueba bibliográfica examina la cantidad de manuscritos existentes y la diferencia entre la fecha de escritura original (autógrafo) y la fecha del manuscrito más antiguo que se conserva. Aunque no poseemos ningún autógrafo, esta prueba ayuda a determinar la precisión de la transmisión de cualquier documento antiguo. La Biblia supera a cualquier otro manuscrito antiguo en cantidad y antigüedad, lo que respalda la precisión de su transmisión.
Tabla comparativa de materiales de escritura
Material | Durabilidad | Disponibilidad | Costo | Ejemplos |
---|---|---|---|---|
Papiro | Baja | Alta (Egipto, Siria) | Medio | Rollos del Mar Muerto (fragmentos) |
Pergamino/Vitela | Alta | Alta (Palestina) | Alto | Códices antiguos |
Ostraca | Media | Alta | Bajo | Ostracas de Samaria, Arad y Lachish |
Arcilla | Alta (en condiciones secas) | Variable | Bajo | Tablillas de arcilla mesopotámicas |
Piedra | Muy alta | Variable | Variable | Inscripciones en piedra |
Cera | Baja | Variable | Medio | Tablillas de cera |
Conclusión
La Biblia, antes de la imprenta, fue escrita en una variedad de materiales, siendo el papiro, el pergamino y las ostracas los más comunes. La elección del material dependía de factores como la disponibilidad, el costo y la durabilidad. El estudio de estos materiales y los manuscritos antiguos es fundamental para comprender la historia y la transmisión del texto bíblico.
La gran cantidad de manuscritos bíblicos existentes, a pesar de la fragilidad de los materiales originales, es una evidencia de la importancia y la transmisión cuidadosa de las Escrituras a lo largo de la historia.